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Volcanes de Canarias

Entrevista Ángeles Llinares. Experta en Educación sobre Riesgo Volcánico

Fuente: Revista la Gaveta. Centro del Profesorado de Santa Cruz de Tenerife. Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.
Publicada el 26 06 2012
Autor: Víctor Melo
 

 Ángeles Llinares:

«Un ciudadano competente debe  comprender cómo se manifiestan los volcanes»

Entrevista a Ángeles Llinares, licenciada en geografía, profesora experta en educación para la reducción del riesgo volcánico sobre sus experiencias docentes y las posibilidades didácticas que ofrece este fenómeno.


La importancia de la Educación Volcánica

Aunque muchos de nosotros vivíamos de espaldas a nuestra realidad volcánica, la naturaleza nos ha vuelto a recordar la esencia del territorio donde vivimos. El pasado 19 de julio de 2011, en la isla de El Hierro se detectó un notable aumento de la sismicidad que anunciaba el inicio de un proceso volcánico. Tres meses después, la población de La Restinga, situada el extremo sur de El Hierro, vivió en primera persona el proceso de nacimiento de un nuevo volcán bajo el Mar de las Calmas. Esta erupción dejó al descubierto la evidente necesidad de desarrollar planes educativos que permitan que nuestra sociedad pueda afrontar con garantías el fenómeno volcánico. La labor de la escuela, junto a un profesorado debidamente formado y asesorado, es una herramienta imprescindible para lograr una óptima reducción de este riesgo natural. Ángeles Llinares, que desde hace más de quince años ha estudiado la importancia de la educación para la reducción del riesgo volcánico y ha llevado en el aula, proyectos educativos con este objetivo, ha vivido de cerca la erupción en El Hierro y en otros volcanes del planeta. Hoy nos desvela las claves para llevar a cabo con éxito una adecuada Educación Volcánica.

 
-¿Cuándo comenzó a interesarse por los volcanes?

 Desde mis tiempos de estudiante de bachillerato pero, en sentido estricto, desde 1995.

 

-La formación de un educador es clave para garantizar aprendizajes óptimos entre su alumnado ¿qué formación ha adquirido?

Aparte de la licenciatura en Geografía e Historia, especialidad Geografía, he dedicado todo mi tiempo disponible a asistir a congresos, cursos, seminarios y, durante las vacaciones, he viajado cada año a lugares con volcanismo activo. De esta forma, he podido aprender cómo funcionan los observatorios encargados de la vigilancia, analizar los Planes de Emergencia del lugar, establecer contactos con autoridades, profesores y alumnos para estudiar la legislación propia, entender cómo perciben el riesgo y actúan ante las situaciones de emergencia. Estas experiencias me han permitido desarrollar proyectos educativos para profesores y alumnos de aplicación en nuestra comunidad.

 

-Ha estado vinculada a grupos científicos de investigación en volcanología, ¿se da importancia a la educación desde este ámbito científico?

Afortunadamente he contado siempre con el apoyo del grupo de volcanología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de varias Universidades y Observatorios encargados de la vigilancia sísmica y volcánica, tales como: INGV (Etna y Vesubio en Italia), CENAPRED y grupo de Geofísica de la UNAM (México), Observatorio de Ecuador, OVGA (Azores), SERNAGEONIM y OVDAS (Chile), INETER (Nicaragua), Nordic Volcanological Center (Islandia), así como la Protección Civil de cada uno de estos países. En todos ellos, la educación siempre es considerada un tema prioritario, aunque los recursos, en algunos lugares, sean escasos. Los científicos tienen muy claro que la gestión de la emergencia con una población educada es más fácil y cuenta con más garantías de éxito.

 

-¿Por qué en Canarias nos hemos olvidado de nuestra realidad volcánica?

El problema principal, a mi modo de ver, no es el olvido, sino la reiteración del mismo. No sé con exactitud qué mueve a nuestros políticos a no hacer frente a esta realidad y acometer todas las reformas necesarias para asegurar el bienestar de la población. Posiblemente exista la idea errónea que el turismo puede no venir si sabe que hay cierto riesgo. Sin embargo, todos conocemos la elevada cantidad de turistas que visitan, expresamente, volcanes como Stromboli, Etna, Vesubio, Hawai…. Los tour-operadores no tendrían por qué amenazar con retirar el turismo si contamos con todas las medidas y planes necesarios para mitigar este riesgo y una población que esté perfectamente educada e informada para hacerle frente sin alarmismo.

 

-Durante la crisis volcánica de El Hierro muchas personas lo vivieron con miedo y angustia, ¿a qué cree que es debido?

La persona, niño o adulto, que se enfrenta a un posible peligro, desconoce cómo le puede afectar y tampoco sabe qué medidas tomar para mitigar su impacto, es perfectamente lógico que lo afrente con temor y en algunos casos con pánico.

 

-¿Cómo podrían paliarse esas situaciones de tensión y miedo en la población?

Sólo puede paliarse de una forma, con EDUCACIÓN a todos los niveles, empezando en los centros educativos de Enseñanza Primaria hasta la Universidad y también a los adultos a través de cursos, conferencias, etc. de manera sistematizada y continua. Debe recordarse que no es lo mismo EDUCAR que INFORMAR. La información es puntual y sirve para que la población sepa a qué atenerse en el momento en que se le da. Será efectiva y permitirá que el individuo se tranquilice si, anteriormente, se ha mantenido un programa educativo serio y a largo plazo.

 

-Algunas voces recomiendan que hablar de volcanes y erupciones abiertamente podría generar temor y afectar al turismo de Canarias, ¿qué opinión le merece este planteamiento?

En una pregunta anterior he contestado parcialmente a esta, pero debo recalcar que los turistas acuden a todos aquellos lugares donde la oferta es atractiva, incluso en algunos volcanes firman documentos exonerando a las empresas por el riesgo al que se exponen voluntariamente. No es este el caso de Canarias, donde el volcanismo activo puede ser, hoy día, un atractivo muy interesante sin riesgos. Afrontar esta realidad, poner todas las medidas adecuadas para minimizar el riesgo e implementar un auténtico proyecto educativo, sería un acierto por parte de nuestros políticos y nos ayudaría a hacer frente, en igualdad de condiciones que otros lugares semejantes, a las exigencias de los tour-operadores europeos. Las autoridades no pueden garantizar a un tour-operador que no va a haber una erupción, sería lo mismo que garantizar que no va a repetirse una lluvia intensa. Lo que sí se puede garantizar es que existen todas las medidas necesarias para mitigar el impacto de este tipo de fenómenos. Esa es la línea en la que hay que trabajar.

 

-Ha visitado diversos países con volcanes activos ¿Qué experiencias interesantes ha encontrado desde el punto de vista de la formación?

En todos los países que he visitado existen programas educativos y de formación para la población, dependiendo su éxito, en gran medida, de los recursos del país. Para la población visitante hay, en todos ellos, información relevante en cuanto a las medidas de seguridad del sitio que visitan.

 

-Usted llevó a cabo un proyecto regional dedicado a la divulgación de la volcanología entre escolares, ¿Podría detallarnos esta experiencia?

El proyecto llamado Canarias Tierra Viva, englobaba una serie de proyectos paralelos, aprobados por la Consejería de Educación y la Comunidad Europea (Sócrates), con el objetivo común de motivar al alumnado para conocer su medio natural volcánico y crear habilidades de auto-protección.

Así, los proyectos “Canarias Tierra Viva”, “Educar en la Sismicidad”, “Reconocer nuestro paisaje volcánico” y “Educar en el Riesgo sísmico y volcánico” partían de la instalación de un sismógrafo en cada uno de los centros implicados (uno por isla), que permitiera a los escolares detectar y analizar la sismicidad de Canarias. A partir de la red sísmica, se enseñaba a los alumnos a transmitir la información recogida mediante internet a los otros centros participantes y desarrollar los conocimientos y habilidades sobre la dinámica del interior del planeta, haciendo especial énfasis en el fenómeno volcánico, sus paisajes, peligros y medidas de autoprotección.

 

-¿Cuál fue la actitud del alumnado en el trabajo con el mundo de los volcanes?

Durante todos mis años de profesión, siempre he encontrado un elevado interés por el tema de la volcanología y, especialmente, los alumnos se sienten muy motivados a conocer su entorno natural.

 

-Ha colaborado junto a otros autores el diseño y elaboración de la Guía Didáctica para Profesores sobre Riesgo Volcánico, ¿qué ofrece este recurso a los formadores?

La Guía Didáctica consta de varios capítulos y está diseñada específicamente para ser un recurso para el profesorado. En la primera parte hay unas nociones muy concretas y con un lenguaje científico accesible para conocer el fenómeno volcánico y sus manifestaciones. En otros capítulos se tratan las medidas de auto-protección adecuadas, las implicaciones psicológicas o como incluir el tema en la programación general del docente. La Guía se acompaña de varios recursos educativos para los alumnos donde se familiarizan de forma lúdica con el fenómeno volcánico.

 

-¿Cuáles serían los primeros pasos para cimentar una adecuada Educación Volcánica entre el alumnado de las islas?

Los proyectos por iniciativa del profesorado cumplen una misión de mejora en la enseñanza y suponen un gran esfuerzo para el equipo que los desarrolla pero, qué duda cabe, que si queremos continuidad e igualdad para toda la población de Canarias, debe ser la Consejería de Educación la que establezca las pautas: legislación, temario, recursos y formación del profesorado, ya que no todos los profesores tienen unos conocimientos actualizados sobre volcanología, Planes de Emergencia y medidas de autoprotección.

 

-¿Qué recursos serían necesarios para lograr el objetivo de la pregunta anterior?

El profesorado dispone de herramientas y recursos habituales en los centros educativos como para poder llevar a cabo estas enseñanzas, quizás la Guía Didáctica sería un complemento recomendable, pero no está distribuida en Canarias.

 

¿Cómo podría un docente que estuviera interesado/a acceder a esta Guía Didáctica?

Su distribución es libre y gratuita ya que también está disponible en formato digital. Basta con acceder a la sección de publicaciones de la web de la Dirección General de Protección Civil de España y descargarla en pdf.

 

-Los aprendizajes vivenciales y cercanos a la realidad son condiciones elementales para el desarrollo de las competencias básicas entre el alumnado ¿Cómo puede contribuir el mundo de los volcanes a la formación del ciudadano competente que busca la educación del siglo XXI?

La educación pretende el desarrollo integral del ser humano y la realidad del medio natural influye notoriamente en el mismo. Un ciudadano competente también debe ser aquel que sabe vivir con la garantía de entender la naturaleza de la región donde habita. En la Competencia en el Conocimiento y la Interacción con el Mundo Físico se justifica sobradamente que el ser humano debe saber interactuar con el mundo físico tanto el natural como el generado por el ser humano. Supone además la aplicación del pensamiento científico-técnico para interpretar la información recibida y para tomar decisiones autónomas. Implica también la diferenciación y valoración del conocimiento científico al lado de otras formas de conocimiento así como la utilización de valores y criterios éticos asociados a la ciencia y al desarrollo tecnológico.

 

Por sus palabras, da la sensación que el camino es aceptar la realidad natural donde vivimos y saber interactuar con ella…

La convivencia con los volcanes es una realidad aceptada por la población mundial que, sistemáticamente ha escogido las áreas volcánicas para vivir, aprovechando sus recursos naturales: gran fertilidad de suelos, presencia de agua y bellos paisajes. La clave es que no hay que vivirlo con temor. En la actualidad, las técnicas de vigilancia y análisis de la actividad volcánica, nos permiten desarrollar nuestras actividades cotidianas con total normalidad y, cuando hay una alerta, debemos saber qué actitud y medidas tendremos que adoptar para mitigar el riesgo existente. El problema se centra en como transmitir esas medidas y como el individuo las acepta. La educación podría facilitar ese canal de comunicación y reducir con ello la sensación de incertidumbre.

En resumen, para ser volcánicamente competente hay que comprender cómo se manifiestan los volcanes, acercarse al ámbito científico de la volcanología y saber cómo actuar cuando se produce este fenómeno natural, es algo vital en la población que habita zonas próximas a volcanes activos. La educación es la mejor garantía para lograrlo.

 

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Bibliografía
-LLINARES, ÁNGELES; ORTIZ, RAMÓN y MARRERO, JOSÉ MANUEL (2004): Guía Didáctica para profesores sobre riesgo volcánico, Dirección general de protección civil y emergencias. Ministerio del interior, Madrid.
 
– ASOCIACIÓN VOLCANES DE CANARIAS, Web www.volcanesdecanarias.org (2006) , Recursos educativos, Tenerife.

 

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